Juegos de seducción y traición
Literatura y cultura de
masas
De: Ana María Amar Sánchez
De
acuerdo con la postura de Ana María Amar Sánchez, es inevitable desde la literatura
reconocer ciertas posturas críticas que no enmarquen de una u otra forma las
diferencias de la cultura de masas. En este estudio se pretenden señalar los
puntos de convergencia y lo espacios en los que dichas diferencias se hacen
evidentes. No obstante, la clase baja es sinónimo de un proceso de
desacreditación y desprestigio en contraste con la clase alta, bajo la cual lo
popular carece de forma.
El
estudio del vínculo de la literatura con los géneros y la estética de la cultura
masiva, muestra que en el siglo XX las formas de reproducción técnica han
llevado a la mediatización y representación
a través de los diferentes medios de comunicación: La radio, la televisión,
el cine, las historietas, entre otros. Aunque
dicha representación muestre un choque cultural entre dos clases, siendo la baja la que recibe adjetivos
negativos o peyorativos frente a la
clase alta, quien se califica a sí misma como culta y oficial. Lo popular
renace en una ciudad real, en la que prevalece el caos, la imprecisión y la
oralidad.
Es
así como a través de diferentes ejemplos, se busca explicar la distinción y
apropiación de dichas posturas en la literatura. Roger Chartier, Carlo Ginzburg
se articulan con las propuestas de Bajtin, quien puso el acento en la relación alto
– bajo, en sus ejemplos toma a Rabelais como
punto de partida en la comprensión de la cultura popular desde una visión oficial,
culta y perteneciente a la clase alta, busca ver la relación entre los dos
tipos de discursos dentro de la literatura mostrando así una relación entre las
mismas, en la medida en que se entrecruzan dichos discursos en un proceso de
narración.
Además
de ello, el uso, apropiación e hibridez dentro de las culturas, se reconocen a través de los planteamientos de
Martín Barbero y Canclini. El primero analiza
la comunicación como una cuestión de mediaciones y no de medios, se enfoca en
el proceso de la recepción y lo popular se convierte en un espacio dinámico en
el que se representa la cultura de masas. El segundo, analiza lo culto, popular
y masivo como parte de una construcción cultural, y piensa que ambos polos
aparecen como escenarios donde existen procesos de hibridación.
Cabe
destacar dentro de esta distinción, la postura política, ya que a lo largo del
siglo XX se han tejido debates en los cuales uno presenta cierta influencia de
las ideas adornianas y de Benjamin. Es así como se afirma que desde el ensayo la industria cultural señala:
“quedan sentadas las bases del enfoque
acusatorio contra la cultura de masas: es engaño, repetición, semejanza e
imitación y su capacidad de producir entretenimiento funciona como un mecanismo
de despolitizar y generar un consumo alienado”. Bajo esta línea siguen H.
Enzensberger y G. Vattimo. No obstante la verdadera respuesta a partir de las
diferentes instituciones o decretos, la única salida subyace en la literatura.
A
partir de esto se reconoce un crecimiento de las ciudades, el testimonio y la
voz popular, se fortalecen las nuevas identidades con la “modernización de América Latina” y aunque ante los ojos de la élite, lo popular
se concibe como lo no oficial y marginal, se busca la legitimación de las
masas a través de los medios y la literatura. Es así como desde el
periodismo se inquiere una forma de comunicación, la poesía introduce la vida
espiritual no dicho desde lo religioso sino desde lo patriótico, se convierte
en palabra y se conecta con el iletrado a través de la oralidad, la telenovela
se libera de la censura e invierte lo privado y lo público. La literatura
presenta una forma de subsistencia y una mediación con los medios masivos de
comunicación, que tras un paso de apropiación del género existe la posibilidad
de ironizar o hablar del trasfondo político y social.
En ese proceso
de apropiación, la literatura culta ha transformado los códigos masivos y
de esta forma ha encantado a un lector masivo
y flexibilizado su discurso. De esta forma La parodia y el pastiche
según Frederic Jamenson. La parodia permite usa como principal recurso la
ironía como forma de marcar distancia y el pastiche se convierte en una forma
de disolver las jerarquías a través de la hibridación del discurso. Por tal
razón muchos de los escritores hacen uso de estos elementos y se apropian del
código pero no con el propósito de representar lo popular, sino que traicionan
el mismo dentro de cada uno de los
géneros, es así como la seducción se convierte en el artificio para exigir una
forma de reflexión y una estrategia para que el lector se cuestione frente a
estas nuevas formas de creación literaria.
En ese proceso
de apropiación, la literatura culta ha transformado los códigos masivos y
de esta forma ha encantado a un lector masivo
y flexibilizado su discurso. De esta forma La parodia y el pastiche
según Frederic Jamenson. La parodia permite usa como principal recurso la
ironía como forma de marcar distancia y el pastiche se convierte en una forma
de disolver las jerarquías a través de la hibridación del discurso. Por tal
razón muchos de los escritores hacen uso de estos elementos y se apropian del
código pero no con el propósito de representar lo popular, sino que traicionan
el mismo dentro de cada uno de los
géneros, es así como la seducción se convierte en el artificio para exigir una
forma de reflexión y una estrategia para que el lector se cuestione frente a
estas nuevas formas de creación literaria.
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