RESEÑA: MANUAL
DE TEORÍA LITERARIA
Oscar Castro García y Consuelo
Posada Giraldo
Los autores presentan cada uno de
los elementos que hacen parte de la semántica y la importancia de la misma en
la interpretación que se aplican a diferentes cuentos, novelas entre otros. De
esta forma inicia con el concepto y su relación con la lingüística, teniendo
como referente la lengua como conjunto completo de códigos; además de la mirada
desde la cultura, el escritor, el lector y la obra misma.
Para introducir la historicidad
de la semiótica, los autores señalan a Ferdinand de Saussure, quien incluye
la semántica y su conformación dentro de su libro de lingüística, ya que
para él, los signos hacen parte de la vida social del individuo, lo
que indica que el lenguaje dentro de la lingüística se convierta en el eje de
dos disciplinas, Sin embargo, se encuentra antecedido por charles
Sanders, quien reconoce la importancia de analizar las diferentes ramas a
partir de la semiótica.
De esta forma, se profundiza en
la idea de semiótica como parte del desarrollo de una cultura, que
a su vez, esta impregnada de signos que comunican, trascienden,
significan y manifiestan un acuerdo que es aceptado por un colectivo; Umberto
Eco, caracterizó los diferentes elementos que hacen parte de este proceso, no
como un lenguaje tradicional, sino como una reunión de gestos,
posiciones, expresiones cargadas de significado. Aunque Roland Barthes, en la
semiología francesa, depone la semiótica dentro de la lingüística porque todo
sistema de signos debe pasar por la lengua para ser explicados. Sin embargo el
propósito se verá focalizado no dentro del proceso mismo, sino dentro del
análisis de los textos literarios.
Semiótica y lectura literaria
¿Cómo se analiza entonces el
texto literario? Las primeras teorías buscaron configurar el significado
a partir de factores externos y luego en elementos particulares e internos,
ligados según ellos de manera directa con el autor. No obstante, en la
actualidad se busca la decodificación del texto a partir de una interrelación
entre el autor, la obra y el lector como interprete de los códigos, porque al
centrarse en uno de ellos según los críticos, existe un análisis errado
dentro de este sumario exegético. Por lo que Roland Barthes habla de lo plural
del texto, en cuanto a la libertad que posee el individuo de encontrar el
significado desde diferentes motivaciones y bajo una lectura abierta.
Papel del lector en la
significación de la obra
Para los teóricos la obra
comienza a existir solo cuando es leída, de manera que el lector activa
el contenido del texto, lo que no indica que sea un ente pasivo dentro de su
observación y análisis, sino que al contrario busque crear referentes
significativos en relación a nivel lingüístico y cultural sin alterar o cambiar
el sentido de la obra.
Umberto Eco, reconoce dentro del
texto ciertas suposiciones, en la medida en que se entiende que el texto parte
de la idea de que existe otro, un lector competente que se encuentre en la
capacidad de cooperar en la actualización textual y de moverse
interpretativamente como él lo hizo. De modo que el lector debe poseer también
una serie de conocimientos que permitan la comunicación literaria.
Hacia una sociología de la lectura
En la lectura individual, no se
debe buscar un estudio procesual limitante, en donde no intervienen otros
factores que favorezcan la significación de una obra, el lector hace parte de
un tiempo y un espacio por lo que por contrario dicho destinatario
depende también del sistema cultural al que pertenezca.
Por lo anterior se debe entender
también, que tanto en lector como el autor, están inmersos en una sociedad que
comunica, de manera que el escritor se convierte en portador de un
discurso social de su tiempo y su grupo parte de una sociedad. Lo que se
convierte entonces, en una especie de herencia, en donde ambos actores dan
razón de una obra que no está aislada, sino que presenta un discurso que debe
ser decodificado y comprendido desde diferentes patrones, cabe aclarar, que no
modifiquen la obra bajo intereses personales.
Aspectos particulares de la
lectura
En la introducción se muestra una
preocupación entre la lectura y el lector; entre la lectura oral y escrita,
además de sus implicaciones en el análisis de la obra literaria.
El texto presenta el mismo código
entre la obra y receptor, por lo que entra en un solo sistema
semiológico, la lengua. Sin embargo estas condiciones, restringirían el
análisis del texto literario; en un comienzo se creaba con el propósito de ser
oído y descifrada a través de lectores que descubrieran su significado, esto
llevaba a la necesidad de partir de la idea de una auditorio, un destinatario
que recobrara y multiplicara la mirada de quien hablaba, creaba para otro. Pero
la noción de lo oral a lo escrito, desdibujo la imagen de un receptor, un ser
palpable. Por lo que hablar de la lengua, seria entender que la obra se analiza
simplemente desde una visión lingüística, desde un horizonte en el que a través
de la un sistema de signos se recrean secuencias sintácticas que transmiten un
mensaje, muy diferente de comprender la esencia de las obras miradas no
solo desde su forma sino desde su fondo.
Modelo de análisis textual
En un análisis estructural, se
busca establecer un patrón de distinción para los diferentes tipos de textos,
pero en el análisis literario se hace un estudio de manera específica,
dicha diferenciación no surge en lo estructural sino en lo semántico, lo que
conlleva a que el lector caracterice los textos a partir de la relación de significación
entre sociedad, historia e intertextualidad. En dicho análisis Barthes propone:
1. Dividir el
texto en lexías, segmentos en los cuales el lector encuentra una distribución
de los sentidos.
2. Buscar en
cada lexía las connotaciones y los sentidos segundos.
3. Analizar en
cámara lenta.
4. Consignar
los sentidos encontrados.
Los códigos
Los significantes que encuentra
el lector y la manera como se produjeron constituyen los
códigos, según
Barthes los códigos que existen son: los códigos culturales (científico,
retórico y literario); código de la comunicación (proceso de lectura entre
narrador. Lector); código simbólico (evocación mediática o inmediata de los
sentidos); código de las acciones (abarca acciones y secuencias) y código
hermenéutico (interpretación de los códigos del lector frente al texto).
De esta forma los autores
concluyen con un análisis de “el retrato oval” de Edgar
Allan Poe.
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