sábado, 4 de febrero de 2012

RESEÑA LITERARIA: DOMÍNGUEZ GARRIDO, ANTONIO






INTRODUCCIÓN: INVESTIGACIÓN SOBRE EL TEXTO NARRATIVO CORRIENTES TEÓRICO LITERARIAS

DOMÍNGUEZ GARRIDO, ANTONIO

El autor, Garrido Domínguez,  presenta una investigación sobre el texto narrativo y la influencia de las diferentes escuelas literarias, que constituyen el punto de partida de la narrativa. Dicha  división, la separa en dos partes: El texto narrativo y las corrientes teórico- literarias y la narración y las tradiciones retórica  y poética. De esta forma se busca reconocer  el panorama histórico e ideológico de este arte de plasmar experiencias.

En la primera parte de su investigación, el autor busca explicar cómo La poética Aristotélica genera una fuerte influencia  en las diferentes escuelas literarias y en los autores hasta el siglo xx.  De manera que se reconocen los paradigmas que giran en cuanto a la narrativa, y cada uno de los elementos que hacen parte de la misma.

Para Aristóteles,  el relato va directamente relacionado con  la mimesis de acciones y de hombres, en donde el autor  aparece cómo alguien diferente de sí mismo. Dicha definición se hace evidente  en las corrientes formal-estructuralistas en Rusia y Francia, en donde  el discurso narra una serie de acontecimientos  que parten del interés humano o de su realidad. Sin embargo  para Aristóteles dicha narración  esta relacionada con el género dramático, ya que cada uno de ellos tiene como propósito contar hechos desde una variable estructural; influjo que también aparece en las ideas de Hamburger y Genette  quienes reiteran el hecho de que ambos géneros literarios  constituyen formas de ficción y verosimilitud en sentido completo.

Es entonces cuando al mantener una línea aparentemente clara de lo que se reconoce como texto narrativo, cambia en el siglo XX, donde la creación de novelas con un enfoque diferente  lleva a crear limitaciones en la definición que se propuso desde los clásicos. Por lo anterior, el autor propone un análisis de los paradigmas planteados en las corrientes   literarias con dos objetivos fundamentales: “Señalar un punto de referencia que haga  mas inteligible la comprensión de los fenómenos analizados, y en segundo lugar, poner de manifiesto lo específico de la aportación de cada corriente”[1]

Una de las primeras corrientes fueron los formalistas rusos, quienes proponen un modelo de análisis  orientado hacia la forma del relato, de manera que aíslan los procedimientos técnicos y se centran en las diferencias de los géneros narrativos, el inicio de la novela  y la estructura de la narración a partir de un motivo. Aunque dichos presupuestos fueron acogidos por los estructuralistas franceses, quienes implantan el paradigma semiótico en el estudio sobre el relato y proponen  una gramática del mismo que dé razón de todas las narraciones.

Desde el enfoque de otras corrientes como la estética de la recuperación, la lingüística del texto, la neorretorica o la teoría de los actos de habla,  buscan plantear un análisis del texto a partir del esquema comunicativo como el autor implícito y narratario. Al igual que en la pragmática, en donde se busca dar  razón de los actos de habla que se manifiestan  en lo imaginario y narrativo. Por lo que se suman una serie de estudios desde diferentes escuelas y el autor explica el auge de los estudios que nacen a partir del  congreso de Bloomington  en Francia, de Bajtin de  la unión soviética entre otros.

Por otra parte, en la segunda parte de su investigación, Garrido Domínguez,  propone el estudio de la narración, teniendo como referente la producción poética y retórica. Cada una de ellas busca en el discurso, la persuasión o placer estético. De esta forma también se estudia la vinculación del relato con el arte literario.

En este orden de ideas los formalistas analizan a partir de  la organización del material (la fábula), reconociendo la materia como lo inerte y la configuración artística como la trama y que de acuerdo con Aristóteles, se debe responder a tres criterios fundamentales: la verosimilitud (que parece verdadero y  se cree), la necesidad de causalidad y el decoro.(Quintiliano y Cicerón) Al igual que se da una mirada a la motivación de para aludir a la unidades del material y la relación que los une.

De la misma forma nace con Aristóteles  los componentes de la estructura narrativa (El narrador, la historia, los actantes etc.) y se afirma que  la narración es propia del género judicial, en donde el objeto presenta los hechos de manera que seduce al auditorio y el apodíctico presenta las acciones del personaje narradas con detalle y precisión; lo que implica que dicha  la narración debe tener brevedad, credibilidad, carácter ético, carácter patético.  Por lo que el autor señala que en la narrativa se retoma el punto de partida de la retórica y la poética, de allí que exista la narratio retórica y la narratio literaria.

La literatura y la retórica se enlazan según lo afirma el autor con la aparición de Quintiliano, en donde el autor toma una figura importante en la medida que genera una influencia sobre la narración. “El orden de los acontecimientos es impuesto por el orador-narrador, el cual manipula el material de acuerdo con la perspectiva general del discurso, valiéndose  de una serie de procedimientos: pretericiones o paralepsis, analepsis”[2]. Y  en cuanto a su estructura se interesa en el comienzo y culminación de los hechos.

La retórica  o neorretórica del siglo XX, se convierte en un recurso que permite la explicación de los textos  desde las singularidades  hasta el estudio global de los mismos. De esta forma el autor reitera el hecho de que no se puede hablar de teorías modernas de la literatura, cuando no se conoce el bagaje de los tradicionales.

[1]GARRIDO, Antonio, Texto narrativo, Editorial síntesis. España,.1996.pág.13.

[2] Ibíd. Pág.21.

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